Proyecto

En el diseño de este parque, situado en un entorno familiar amplio y unido por la vida junto al lago, la conexión entre las distintas viviendas se establece a través de una red de senderos que tejen la trama de la vida comunitaria y familiar. Estos caminos no son meras rutas de tránsito, sino invitaciones a explorar y experimentar las diversas áreas creadas para el disfrute y la convivencia cerca del agua.

Un elemento distintivo del parque es la recuperación de una zona húmeda de la propiedad, transformándola en una serie de espejos de agua. Estas estructuras no solo sirven como un atractivo visual, sino que también juegan con el sonido del agua, creando una atmósfera mágica a medida que uno se desplaza de un espejo a otro. La floración predominante en esta área es de tonos azules, evocando una sensación de calma y serenidad que invita a la reflexión y al descanso.

Los senderos del parque conducen a diversas instalaciones diseñadas para el esparcimiento familiar y la interacción con el lago. Se conectan con la playa, el quincho, el muelle y otros espacios que complementan la experiencia de vivir cerca del agua.

Este diseño considera la importancia de la familia y la interacción con el entorno natural, creando un espacio donde las actividades al aire libre y los momentos compartidos son el foco central. Cada elemento, desde los senderos hasta los espejos de agua y las áreas de esparcimiento, ha sido pensado para fomentar la unidad, el bienestar y la apreciación de la belleza natural del lago y sus alrededores.

Así, el parque se convierte en un escenario vivo, ofreciendo un refugio de paz, juego y convivencia. Es un testimonio de cómo el diseño paisajístico puede mejorar la calidad de vida, conectando a las personas no solo entre sí sino también con la naturaleza de manera significativa y profunda.